La CLADE -Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación- ha
producido una serie de documentos para el debate y posicionamiento
público, sobre todo en las consultas en línea
del proceso Post 2015 al que ha convocado UNESCO.
En relación a la "calidad de aprendizaje", el documento base de la CLADE, es el que sigue:
Allí, la CLADE insiste en afirmar que habitualmente el concepto “calidad del aprendizaje” utilizado es restrictivo y que, por lo tanto, es
fundamental volver a enfocar el debate sobre la educación como derecho humano,
que cuenta con extensa y consolidada normativa internacional que enfatiza el
propósito del pleno desarrollo del potencial de cada persona, de la ciudadanía
y de los derechos humanos.
Al respecto, desde la CADE, organización argentina que integra la CLADE, reafirmamos el enfoque de la educación como derecho humano y al mismo tiempo, señalamos que es
necesario definir el plano de análisis al que nos referimos cuando se habla de "calidad de los aprendizajes." No consideramos que este sea un aspecto que merezca ser desestimado. De hecho, si no se generan mecanismos y estrategias para evaluar si los niños/as efectivamente
aprenden y sobre la pertinencia de esos contenidos y/o competencias, estaríamos
relegando un aspecto central de la función de la educación. Ahora bien, debe
quedar claro que este debate en torno a los aprendizajes es tan solo uno de los
componentes para pensar la calidad de un sistema educativo.
En este sentido, podríamos hablar al menos de
dos dimensiones o planos de análisis de la calidad educativa: por un lado
la "social", en la que se sustenta todo el sistema educativo; y por otra parte la
"personal", más ligada a los alumnos. Está claro que la multidimensionalidad del
término de “calidad educativa” debe englobar y abordar ambas dimensiones.
Si partimos de la concepción de que
la calidad educativa debe ser analizada dese un enfoque global e integral donde
se contemplen tanto su estructura, financiamiento, recursos, funcionamiento,
curriculum, formación y desempeño docente, y también los aprendizajes de los alumnos,
en pos de la conformación de una justicia educativa que se sustente en la
equidad y el Derecho la educación, luego podremos –y debemos- avanzar en
debates de carácter más analíticos y específicos sobre la evaluación de cada
uno de estos aspectos que la conforman, para su entrecruzamiento y abordaje integral de la política educativa.
En este
sentido, no consideramos que la evaluación de los aprendizajes, per se, deba ser
desestimada si se parte de un enfoque de la calidad de la educación desde una perspectiva global
e integral, que permita el entrecruzamiento de información sobre los distintos factores intervinientes en el proceso educativo, así como la
detección de elementos obtaculizadores de la calidad y de la justicia del sistema. Todo ello de modo que permita pensar la redefinición y readecuación de las políticas en materia educativa.
Por otra parte, consideramos que debemos superar la distinción entre "contenidos curriculares" y otros
aspectos vinculados con la participación democrática, la paz, la comprensión,
creatividad, etc. No debemos pensar a estas
competencias, vinculadas a la formación ciudadana, como por fuera de los contenidos
curriculares de las escuelas. Debemos exigir que sean incluidos, si es que aún no
están contempladas en los programas y sistemas. Muchas veces estas competencias fundamentales quedan fuera de las pruebas de calidad del
aprendizaje. La discusión, en todo caso, se orienta entonces a revisar los aspectos a considerar
como relevantes en dichas evaluaciones.
En esta línea de análisis, proponemos repensar cuáles son las competencias que el sistema educativo
debe enseñar, poniendo en el mismo nivel la competencias lingüísticas,
matemáticas, sociales, ciudadanas, artísticas, culturales, digitales,
interpersonales y de conocimiento del mundo. Al revisar la "calidad
de los aprendizajes", deberíamos poner en consideración todas estas esferas del
conocimiento.
Compartimos un interesante artículo publicado en la Revista Iberoamericana
de la Educación en el 2010 que aborda la temática de la calidad de la educación
en el contexto Latinoamericano.
RETOS EN LA EVALUACIÓN DE LA CALIDAD
DE LA EDUCACIÓN EN AMÉRICA LATINA
F. Javier Murillo y Marcela
Román
SÍNTESIS: La brecha entre lo que se
considera calidad de la educación y las acciones que se toman para evaluarla en
América Latina es cada vez más amplia. Desde esa perspectiva, en este artículo
se plantea la necesidad de asumir un enfoque global e integrador de la
evaluación. Para ello se proponen principios y criterios que deben sostener
esta evaluación y ser coherentes con los principios de aprendizaje a lo largo
de la vida, una educación para todos y el desarrollo integral de los
estudiantes como finalidad. También se sugieren cuatro temas que parecen
prioritarios para avanzar en la mejora de la evaluación de la calidad de la
educación: evaluar a los docentes, a los estudiantes en sus escuelas y al
funcionamiento de las administraciones educativas; valorar la participación de
la sociedad en la evaluación; abordar el estudio de factores asociados, y
plantear la necesidad de la participación social en el diseño de las políticas
de evaluación.
Palabras clave: evaluación; calidad
de la educación; América Latina.
Ver artículo completo: http://www.rieoei.org/ rie53a05.pdf
María Sol Rodríguez Tablado.
Coordinadora de Programas de ETIS.
Integrante del Comité Ejecutivo Nacional de la CADE
Coordinadora de Programas de ETIS.
Integrante del Comité Ejecutivo Nacional de la CADE