El 4 de abril de 2007 fue asesinado, por la espalda, el docente neuquino
Carlos Fuentealba: un cartucho de gas lacrimógeno arrojado al interior del auto
en el que se encontraba impactó en su nuca y le causó hundimiento de cráneo. El
autor material del crimen, José Darío Poblete, era miembro de la policía
provincial a la cual el gobernador Jorge Sobisch había encargado impedir el
corte de la Ruta 22 que los docentes iban a tomar como medida de protesta
decidida por mayoría en ATEN, gremio de base de la CTERA.
En el marco de la causa “Fuentealba I”, el 4 de junio del 2008, Poblete fue
declarado “culpable de homicidio calificado, por haber sido cometido por un
miembro integrante de las fuerzas policiales abusando de su función, con la
agravante de haber sido cometido con violencia mediante el empleo de un arma de
fuego.” Sin embargo, la causa “Fuentealba II”, donde se imputa la
responsabilidad intelectual por el asesinato al ex gobernador Sobisch, sigue
aún sin dictamen.
A partir de ese entonces, el 4 de abril es conmemorado por numerosas
organizaciones sociales y gremiales docentes del país como el Día del
Docente en Lucha. En honor a su causa y en repudio a su homicidio.
A pesar de la posición que sostiene el gobierno nacional y muchos
provinciales de no reprimir la protesta social, se siguen produciendo hechos
que repudiamos. El pasado jueves 21 de marzo, Chaco fue escenario de un ataque
represivo a los maestros en lucha por parte de la policía provincial, bajo las
órdenes del ministro Juan Manuel Pedrini, avaladas por el gobernador Jorge
Capitanich. Los docentes estaban concentrados en la Ruta 16 entre las
localidades Quitilipi y Machagay. Cuando faltaba poco para levantar el corte,
Gendarmería Nacional intervino junto a la policía de la provincia, utilizando
gas lacrimógeno y gas pimienta. El saldo fue de siete heridos incluyendo tres
docentes gravemente golpeadas.
Sostenemos que el derecho al reclamo no puede convertirse en el blanco de
las fuerzas policiales. Repudiamos toda política represiva del Estado contra la
protesta social. La violencia nunca debe legitimarse como vía de salida del
conflicto. Y denunciamos que, como en el pasado, muchos medios hegemónicos
tienen a estereotipar la protesta docente reduciendo el derecho a huelga y al
reclamo mostrándolos como medidas que atentan contra el derecho a la educación.
En consecuencia, se legitima la criminalización de la protesta y se desarticula
el conflicto de la escuela pública con lo que ocurre en la sociedad.
Entendemos que dar a conocer las condiciones de los docentes y de la
escuela pública en general, es también una forma de educar. Visibilizar el
reclamo y que la comunidad educativa se identifique con la lucha, es una forma
de educar. Enseñar a las generaciones futuras que tienen el deber y el compromiso
de hacer cumplir sus derechos, es una forma de educar. Porque el Estado debe
ser garante de todos los derechos y no represivo de la protesta.
Seis años después del asesinato del docente Carlos Fuentealba, seguimos
acompañando la lucha y el reclamo de justicia. Que se juzguen a los
responsables intelectuales y políticos del hecho y que su ausencia sea para
nuestra sociedad un símbolo de lucha por la educación y la justicia social.
Comité Ejecutivo Nacional
Campaña Argentina por el Derecho a la Educación
4 de abril de 2013
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