A la atención de:
Sr. Román Oyarzun
Embajador de España en Argentina
Av. Figueroa Alcorta 3102
(1425) Buenos Aires – Argentina
Embajador
de España
Buenos Aires, 17 de Octubre de 2012
Estimado
Sr. Román Oyarzun
Cordiales
saludos en nombre de nuestra red de Organizaciones que integramos la CADE (Campaña Argentina por el Derecho a la
Educación). La institución que dirijo ejerce su representación legal en Argentina.
En
el contexto de la celebración del Día Internacional para la Erradicación de la
Pobreza, instituido por las Naciones Unidas hace casi veinte años, queremos
mostrarle nuestro profundo malestar por el proceso de desmantelamiento que, a
nuestro entender, está sufriendo la Cooperación Española durante los dos últimos
años. No sólo nos alarma el grave descenso de la Ayuda Oficial al Desarrollo
(AOD) que desde 2009 ha
pasado del 0,46% al 0,2% de la RNB, cada vez más lejos del incumplido 0,7%,
sino que nos preocupa también el deterioro de las herramientas y las Instituciones
que han hecho posible la Cooperación Española en estos años, especialmente la
precariedad en la que queda la AECID (Agencia Española de Cooperación
Internacional para el Desarrollo), su drástica disminución de recursos para la
implementación de programas de desarrollo, y la práctica desaparición de la
Ayuda Humanitaria.
A
lo largo de treinta años España ha robustecido su sistema de cooperación,
reconociendo que existe un imperativo ético, social, político y económico de erradicar la pobreza en el
mundo mediante la acción decidida y eficaz de la cooperación internacional. Sin
embargo, en sólo dos años este proceso de desmantelamiento de la cooperación
internacional ha sido tan fuerte que la cooperación española se está reduciendo
a algo simbólico o testimonial,
limitándose a cumplir con poco más que las contribuciones obligatorias que como
estado miembro deben realizar. Una situación especialmente dolorosa en muchos
países de América Latina en los que la cooperación internacional de la mayoría
de donantes está en retirada.
Es
precisamente en contextos adversos cuando se deben mantener la voluntad
política y los recursos adecuados. Lo que la comunidad internacional les exige
y a lo que el Estado Español se ha comprometido en innumerables ocasiones es a
destinar una cantidad proporcional a la riqueza de su país, por lo que la
crisis no debe ser una excusa, ya que si la riqueza de su país disminuye,
también lo hace su compromiso, pero en la misma proporción y no de una manera
tan radical.
No
se trata solo de una cuestión de solidaridad entre pueblos, se trata ante todo
de una cuestión de justicia. El compromiso del 0,7%, tan incumplido en el caso
Español, nace hace 42 años en la Asamblea General de Naciones Unidas de 1970 a raíz del consenso
internacional de que todas las personas de este mundo tienen el derecho a vivir
una vida digna. El desmantelamiento de la Cooperación Española supone rechazar
este compromiso.
No
sólo exigimos sistemas fuertes y consolidados de cooperación internacional,
sabemos que ni siquiera esto sería suficiente para garantizar el éxito de la
lucha contra la pobreza y la desigualdad. Trabajar por un mundo más justo y
solidario implica también grandes esfuerzos de nuestro Gobierno, el trabajo
comprometido de toda la sociedad, y relaciones internacionales basadas en la
coherencia del conjunto de políticas para el desarrollo. Si la acción exterior
de España y sus políticas comerciales o de migraciones, por citar solo dos
ejemplos, no caminan en la misma dirección, los esfuerzos serán vanos y los
objetivos inalcanzables.
Sr.
Embajador, nosotros hemos liderado procesos de desarrollo en nuestro país, y lo
hemos hecho, entre otros, con el apoyo de la Cooperación Española. Le pedimos
que haga llegar nuestra voz a su gobierno, expresando nuestra exigencia de que
su país siga siendo un aliado estratégico y eficaz en la lucha contra la
pobreza, con una política pública de cooperación fuerte, clara y decidida, que
nos permita seguir construyendo relaciones basadas en la justicia y la
solidaridad, en pro del desarrollo de nuestros pueblos y de la construcción
conjunta de nuestro destino común.
Agradecemos
su atención.
Un cordial saludo,
Maximiliano C. Estigarribia
Secetariado Nacional
CADE
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